Hablamos de uno de los tipos de pesca más particulares y curiosos que podemos contemplar dentro de este mundo. El carpfishing es una tipología que surgió para pescar ejemplares grandes de pez carpa. En esta modalidad, las especies capturadas son devueltas al agua al poco tiempo de ser atrapadas.
¿Qué tiene de novedosa esta técnica con respecto a otras? Principalmente, las particularidades las localizamos en el montaje. En él, el anzuelo se deja libre y el cebo queda sujeto a este a partir de un pelo.
Y te preguntarás: ¿Qué gana el pescador con esta colocación del anzuelo? Para contestar esta pregunta, debes saber que las carpas no muerden el alimento, sino que lo aspiran. Por ese motivo, cuando estos peces absorben un cebo sujeto en un anzuelo, suelen desconfiar y lo escupen. Pero con esta técnica, la situación cambia y es mucho más probable que la carpa pique.
Además, esta modalidad tiene una serie de principios éticos que los pescadores se comprometen a cumplir. Entre otras cosas, la persona que se disponga a practicar carpfishing evita que el combate con los peces sea excesivamente largo, trata con el máximo cuidado a los ejemplares, utiliza un material concreto para no dañar al pez y tira al agua a la carpa en el menor tiempo posible una vez ha sido curada.